Ser Fuerte es saber corregir nuestros errores y continuar.

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Solo los débiles se abstienen de pedir perdón. Ser Fuerte es saber corregir nuestros errores, pedir perdón y ser felices.

Los fuertes piden perdon porque se saben aptos para errar, corregirse y vencer todo obstáculo.
Saben que al haberse equivocado con alguien o algo, solo están aprendiendo algo nuevo, todas las partes.

Solo reconociendo que hay millones de cosas por aprender, nos mantiene con la voluntad de hacerlo y nos permite tener el interés de aprender algo de todo lo que vivimos, solos o en conjunto con otros/as y de toda situación.

Eres fuerte cuando confías en ti y en otros

La fuerza, no se mide en ¿cúanto puedes resistir situaciones que para otros son normales?, aunque sean malas; o en siempre decir si, a todo, aunque sepamos que nos es desfavorable, porque "luego vemos como hacemos", tampoco ganando peleas o discuciones o guerras. La fuerza de un individuo se mide por su capacidad de vencerse a si misma/o para seguir adelante viviendo en armonía, paz y felicidad, sea como sea que las concibamos. Pedir perdón siempre nos hace más fuertes de espíritu, ya que nos hace cambiar lo que hacemos a traves de aprendizajes sobre nosotros/as mismos/as y los/as demás, reconociendo virtudes, debilidades, fortalezas, aptitudes, límites y limitaciones, nuestras y de la otra persona y al pedir perdón estamos reconociendo que respetamos esas caraterísticas tanto nuestras como de la otra persona; que aceptamos y respetamos las diferencias como partes enriquecedoras de la vida plena, sana y en armonía.
Por esto, decimos que

"El perdón es fuerza para todas las partes y que Solo los débiles se abstienen de pedir perdón" CebraCuentera.

"El que más se equivoca, es el más fuerte" o "es más fuerte aquel que se ha equivocado más"  y la ganancia más grande de todo esto es que mientras más uno se ha equivocado en su pasado menos perdones necesitará en su presente, ya que tiene tantos aprendizajes que uno tiende a saber cuándo intervenir, cuándo alejarse, cuándo callar, cuándo hablar y cómo, cuándo rendirse, cuándo ayudar; cuándo disculparse, aunque la afrenta no sea evidente; cómo cómunicarse, cuándo decir no o si... Todo se aprende practicando, así que uno se equivoca, pide perdón, corrige y continúa. Se vuelve a equivocar, pide perdón, corrige y continúa... así sucesivamente.

A cada quien le toca una parte y uno debe hacer la de uno, aunque los demás no lo vean, lo reconozcan, e incluso no hagan lo suyo. Y hacer nuestra parte a pesar de todo "Eso es ser fuerte"